La gran novedad de Orbea para la temporada 2019 será mi próxima compañera de rutas

Hace ya algunos años que llevaba planteándome muy en serio renovar mi bicicleta de montaña. Es una Mondraker Podium Carbon montada a la carta, con unos muy buenos componentes, pero que ya ha dado todo lo que tenía que dar, y no por estar vieja, si no por lo rápido que avanza el mercado y las mejoras en cuanto a materiales, geometrías, dimensiones de ruedas, transmisiones… La Mondraker lleva un rígido cuadro de carbono del año 2013, demasiado rígido para un master 40 que ya no tolera como antes todas las vibraciones que este cuadro transmite. La horquilla Fox Float 32 sacada del despiece de mi anterior Scott Scale 20, sigue tragándose lo que le eches pero el bloqueo ya no la deja firme al 100%. Las transmisiones 2×10 parecen quedar desfasadas para un aficionado medio, imponiéndose de forma casi definitiva el monoplato. En este terreno, el 1×12 de los Sram Eagle y ahora también Shimano XTR, son la máxima expresión. Pero cuidado con los españoles de Rotor, que vienen con un 1×13 y de funcionamiento hidráulico.

Posiblemente lo mejor de esta Mondraker sea su flamante juego de ruedas DT Swiss, con bujes 240s, radios aerolite y llantas de carbono XRC330… pero son de 26″. Ya hace unos años que las ruedas de 29″ se han impuesto como la mejor opción al menos para las disciplinas XC y XCM. Ahora cuesta mucho vender bien una bici así, con más de 4.000€ entre cuadro, horquilla, ruedas y buenos componentes, por la gran devaluación que han sufrido las bicicletas equipadas con ruedas de 26″. Y mira que la bici va bien, mejor que uno seguro. Pero aquí no se regala nada.

Este año sí tocaba. La primera opción seria fue la nueva Orbea Oiz 2019. Pero durante unos meses y hasta que me decidí por la Oiz, estuve muy cerca de decantarme por una Specialized Epic S-Works en ese espectacular color negro y rojo de esta temporada. Ya tenía preparadas las equipaciones y un logotipo que hacía un evidente guiño a la “S” rasgada del fabricante californiano. No necesito tanto, mucha yegua para tan poco jinete como se suele decir. Y volvió a aparecer la Oiz 2019, una bicicleta que me encandiló desde su presentación.

La Oiz del 2018 ya me gustaba bastante, pero había algunos detalles de su cuadro que no me acababan de convencer. Esa curva del tubo superior llegando a la pipa de dirección es seña de identidad de esa Oiz, pero a mí me “echaba para atrás”. El guiado del cable del freno de disco trasero era parcialmente interno, ya que su recorrido final hasta la pinza lo realiza por el exterior de la vaina izquierda. El alojamiento del amortiguador FOX está realmente bien conseguido en ese cuadro OMP, que sigue estando presente en las Oiz a partir del modelo M30 hacia abajo, pero la nueva versión bajo mi punto de vista, ha mejorado todos y cada uno de estos aspectos.

El cuadro OMR tiene el tubo superior más recto en la parte delantera, uniéndose a una pipa de dirección que abre su ángulo hasta los 69º, siguiendo la tendencia de referencias en el mercado como Scott con sus Spark RC o Specialized con sus Epic. Las potencias ahora son más cortas para compensar el aumento del “reach” (longitud del cuadro en el plano horizontal), que ha sido aumentado para mejorar el control sobre la bicicleta, siendo esta más estable al aumentar también la longitud entre los ejes de las ruedas, si bien el aumento no es considerable ya que también hay un recorte de las vainas.

Todos estos cambios en la geometría hacen que la posición del ciclista quede algo más retrasada con respecto al eje central de la bicicleta, lo que supone un mayor control sobre la misma. Notaremos una bicicleta más estable y con mayor aplomo en las bajadas, pero sin perder capacidad escaladora gracias a ese recorte de vainas.

En este vídeo realizado por Bike Brothers Madrid, distribuidor oficial de Orbea en la capital, puede apreciarse el gran trabajo del fabricante español con esta nueva versión de la Oiz 2019. Otro gran detalle del nuevo cuadro es el guiado de los cables, en todos sus recorridos. El cambio y el freno trasero salen del tubo diagonal a la par a través de una pieza atornillada al cuadro, muy al estilo de las Specialized Epic, pasando por encima de la caja de pedalier y entrando al interior de las vainas. Mención especial tiene el final del recorrido del cable de cambio, quedando la salida del mismo integrada en el protector de vaina por la parte superior, trazando una línea bastante directa hacia el cambio, lo que seguramente se traduce en suavidad y precisión a la hora de cambiar coronas. El cable del freno trasero también va por dentro de la vaina, en este caso la izquierda. Pero otra de las grandes novedades de este cuadro es su tecnología pendiente de patente denominada “Inside Line”.

A continuación vamos a desgranar todos los puntos clave de esta nueva Orbea Oiz 2019, tal y como el propio fabricante expone en su web oficial.

INSIDE LINE

Esta tecnología es pura competición; la línea más corta y eficiente entre el bloqueo y el mando. El exclusivo control del bloqueo de la suspensión trasera es completamente invisible lo cual lo pone a salvo del barro y te permite alcanzar tus bidones sin obstáculos. Sus controles accesibles y fáciles de usar hacen de este el amortiguador más suave y atractivo del mercado. Puede que se trate de pequeños detalles pero cuando tu bici está totalmente optimizada, personalizada y equipada, la obsesión por ellos cobra verdadero sentido.

FIBERLINK

En nuestra incansable búsqueda de mayor rigidez y depuración de líneas, hemos desarrollado la bieleta Fiberlink. Proporciona un equilibrio óptimo entre ligereza y firmeza y se integra a la perfección en las formas y el tubo de sillín de Oiz.

WORLD CUP GEOMETRY

La sofisticación de la geometría World Cup de Oiz es el fruto de años dedicados al diseño de bicicletas XC de primer nivel. La posición es agresiva, confortable y rápida. La maniobrabilidad es precisa e intuitiva para lograr la máxima agilidad sin comprometer la estabilidad. Los ángulos y las dimensiones han sido cuidadosamente ajustados en las diferentes tallas para aumentar la potencia al incrementar la eficiencia.

MONOCASCO DE EPS

Oiz se fabrica con la tecnología de construcción en carbono más avanzada disponible, que permite confeccionar un cuadro con la mayor sofisticación posible; un proceso complejo y laborioso cuyos resultados apreciarás sobre el terreno. Las láminas de carbono prepreg se cortan con láser para minimizar los solapamientos y el exceso de materiales. El premoldeado, que se prolonga durante horas, garantiza una compactación óptima con una cantidad de carbono mínima. Como es lógico, el diseño de un cuadro que utiliza la mayor cantidad posible de carbono ahorra peso, pero también contribuye a la sofisticación y el refinamiento de Oiz. Características como UFO 2 y Fiberlink aprovechan al máximo las propiedades del carbono y hacen de Oiz una máquina única en su clase.

DOS BIDONES

Una de las características más sencillas de la nueva Oiz ha sido una de las más difíciles de lograr: que los cuadros M, L y XL puedan equiparse en todos los casos con dos portabidones dentro del triángulo delantero. El espacio adicional generado por el cableado interno te permite tener más agua a mano en lugar de llevarla en el bolsillo o en la mochila. Una pena no haberlo logrado también en la talla S que es la mía.

DOS RECORRIDOS

¿Qué podría molar más que la bici de XC con suspensión de 100 mm más eficiente, elegante y sofisticada del mundo? La misma bici pero con una suspensión de 120 mm. Al ofrecer dos recorridos de suspensión posibles en una misma longitud de amortiguador, Oiz está disponible en dos configuraciones: la de los 100 mm de recorrido de la vigente campeona del mundo y la de los 120 mm de una “”comesenderos”” como la TR. La versión TR emplea una horquilla de 120 mm e incorpora algún que otro cambio para alojar ruedas más grandes y una especificación ligeramente más dura. Pero no te confundas: la hermana mayor no tiene nada que envidiarle a la pequeña a la hora de afrontar cualquier subida.

El la foto podemos ver la M-LTD, tope de gama de la gama Oiz. Comparte el mismo cuadro OMR con los modelos M-Team, M10 y M10 TR, siendo éste la mayor novedad con respecto a los modelos de años anteriores, ya que cambia totalmente su diseño y geometría, estrenado una nueva bieleta de carbono y el sistema “Inside Line”.

La M-LTD monta una transmisión Sram XX1 Eagle Gold 1×12, frenos Sram Level Ultimate, ruedas Mavic Crossmax Carbon Pro y componentes tope de gama de la marca FSA. La M10 tiene un equipamiento algo más modesto, pero esto permite alcanzar una relación calidad-precio casi imbatible en el mercado. La transmisión también es 1×12 Eagle de Sram, pero en este caso tenemos un GX en el Casette, cadena y manetas de cambio, siendo el encargado de mover todos los engranajes un cambio Sram X01, dando un plus de mejora con respecto al GX. Los frenos de disco son Shimano Deore XT, ruedas Mavic Crossmax Elite y componentes FSA SL-K.

Uno de los motivos que me hacían dudar en la compra de la Oiz 2019 es la abrumadora demanda que está teniendo, un año más, el modelo más popular de Orbea, lo que se traduce en tener que reservar una bicicleta que no has podido ver en la tienda y que al estar llena de novedades, puede que traiga alguna sorpresa que a los ingenieros se les haya pasado por alto, aunque a juzgar por las cifras de ventas en los últimos años, esto no parece acorde a la realidad.

Los plazos de espera también pueden suponer un inconveniente. A día de hoy, reservar o comprar una Oiz tiene unos plazos estimados de entrega hasta abril en el caso de la M10, mayo para la M-Team y junio para la M-LTD. Sin embargo, las tiendas suelen hacer pedidos de unidades sin dueño que a veces no llegan a la tienda antes de que alguien se las quede. He tenido la suerte de reservar una M10 verde menta en talla S, con fecha estimada de entrega a finales del próximo mes de enero de 2019. Y porqué no decirlo, parte de la culpa de esta decisión la tiene Vadebicis, el distribuidor oficial de Orbea en Canarias, por el buen precio ofertado por esta unidad que andaba huérfana hasta hace unos pocos días.

Más cosas positivas se pueden decir de la Oiz. Un cuadro que ha bajado su ya de por sí buen peso en la báscula, llegando al 1.6 kilogramos sin amortiguador, poco más de 1.8 kilogramos con su Fox i-line DPS Factory Remote Push-Unlock Evol instalado. Aquí tenemos otra novedad, no del gusto de todos y que afecta también a la horquilla Fox 32 Float SC Factory 100 FIT4. Se trata del sistema de bloqueo Push-Unlock, el cual invierte su sentido de actuación en comparación con el anterior Push-Lock. Ahora cuando tenemos el pulsador en reposo las suspensiones están en posición Firm (cerrada o bloqueada) y cuando pulsamos la leva las colocamos en posición Open (abierta o desbloqueada), comenzando a absorber las irregularidades del camino.

Las suspensiones con mando remoto en el manillar, como comentaba anteriormente, disponen de 2 posiciones (Firm y Open), mientras que las versiones que carecen de mando remoto, tienen un dial de ajuste que ofrece 3 posiciones (Firm, Medium y Open), contando en este caso con una posición extra intermedia, también conocida como “trail” -por la denominación CTD que tenían los modelos anteriores-, que otorga a las suspensiones una absorción suficiente para superar pequeñas irregularidades sin penalizar en la pérdida de potencia derivada del mayor hundimiento que se produce en la posición Open, sobre todo pedaleando de pie.

Una posible explicación para este cambio realizado por FOX es el gran número de averías reportadas en cartuchos Fit4 e incluso roturas de mandos remotos de 3 posiciones. Una vez bloqueada la horquilla, el muelle del sistema de desbloqueo no tiene la fuerza suficiente para volver a la posición “Open”, teniendo que ejercer demasiada fuerza al pulsar la leva del mando remoto. Muchas horquillas llegaban al punto de quedarse bloqueadas de manera permanente. Al invertir el funcionamiento del sistema de bloqueo-desbloqueo, en teoría este problema queda solucionado a costa de perder la posición “Trail”, que al parecer es prácticamente inapreciable aunque instalásemos un mando remoto de 3 posiciones.

Pero en teoría, la carencia de la posición intermedia no debería afectar demasiado a las nuevas Oiz, ya que la geometría del cuadro OMR optimiza el funcionamiento de la bicicleta con las suspensiones abiertas reduciendo la contaminación en el pedaleo, por lo que ya no sería tan necesaria la posición “Trail”. Nada de esto se puede comprobar hasta rodar con una de las nuevas Oiz con cuadro OMR.

Aquí entran en juego algunas de las posibles mejoras que podemos realizar a cualquier bicicleta de montaña que venga equipada con alguna de las horquillas compatibles. Gracias a un nuevo cartucho “inteligente” firmado por ND Tuned, denominado OVR (Opening Valve Resistance), podemos prescindir del mando remoto de la horquilla (no así del amortiguador), ya que el nuevo cartucho se encargará de regular el funcionamiento por sí mismo sin nuestra intervención, tal y como hace el sistema Brain de Specialized. Pero no sólo tiene la ventaja de la comodidad al olvidarnos de bloquear-desbloquear la horquilla, sino que además la reducción de peso es significativa, en orden de unos 250 gramos de adelgazamiento sobre el montaje de serie. Nada despreciable teniendo en cuenta la “obsesión” que ronda en el mundo del ciclismo con los componentes “ultralight”.

Dos meses quedan para recibir a “la nueva” y ya tenemos algunas mejoras confirmadas para optimizar aún más esta M10, como un buen juego de ruedas customizadas que además de bajar considerablemente los 1.665 gramos de las Mavic Crossmax Elite, otorgarán un mayor control si cabe al montar aros de 28mm de canal interno, en comparación con los 22mm de las Mavic. La utilización de fibras de carbono Torayca 1000 es la clave para conseguir aros más anchos y más ligeros, sin perder rigidez. Esto sumado a unos bujes Carbon-ti y radios Alpina Hyperlite, convierten a este juego de ruedas custom en auténticas maravillas.

Pero no quiero dar más detalles de los cambios que relizaré a la M10 hasta que caiga en mis manos y pueda hacer un completo análisis, tanto de su customización como de su comportamiento sobre el terreno.